Todo lo que comienza, debe acabar. Los inicios siempre son inciertos, emocionantes; los finales, irremediables. Lo importante es el tiempo que dura el proceso entre éstas dos puntas, y es lo más valioso, lo destacado. Es ahí que se vive, se aprende, se goza.
Ahora a prepararse para continuar; la vida es movimiento y el movimiento es vida. Gracias!
Hasta pronto!
Prof. Antonio I. López Liera